El aceite de palma se encuentra en boca de todos, debido a la polémica que genera su producción y a cómo puede afectar su consumo a nuestra salud.

Para muchos el aceite de palma es cancerígeno. En el extremo opuesto se encuentran aquellos que defienden que se está generando una alarma social injustificada como ya paso con el aceite de oliva.

Unos días atrás llegaba al congreso de los diputados una proposición no de ley. El fin de ésta, era  pedir una mayor visibilidad en las etiquetas de los productos que lo contengan.  Grandes cadenas de hipermercados han anunciado que retirarán el aceite de palma de todos sus productos de marca blanca.

¿Qué es el aceite de Palma?

El aceite de palma es un aceite de origen vegetal, incoloro e insípido cuyo componente principal es el ácido palmítico.   Éste ácido, forma parte de las grasas de nuestro cuerpo y nos da energía. Los nutricionistas aseguran que en sí mismo el aceite de palma no es tóxico y su consumo no entraña ningún peligro.

¿Realmente es peligroso para la salud?

La alarma sobre el aceite de palma reside en que se trata principalmente de una grasa saturada.  Como tal tiende a acumularse en la sangre aumentando los triglicéridos y el colesterol.  Aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares graves. Las grasas saturadas favorecen la acumulación de sustancias inflamatorias en el cuerpo facilitando la aparición de diabetes, arteriosclerosis y ciertas formas de cáncer.

Estudios realizados a nivel internacional concluyen que el consumo desproporcionado y prolongado del aceite de palma puede suponer un riesgo para la salud.

El bajo coste, la consistencia y durabilidad que aporta a los alimentos son sus principales ventajas. Es el más empleado en la elaboración de productos de la industria alimenticia.

¿Qué productos contienen aceite de palma?

Lo podrás encontrar en: cremas, snacks, platos pre-cocinados, untables, bollería y aperitivos, entre otros.

Siempre presente entre los ingredientes de los alimentos preparados tanto dulces como salados, pastas para untar e incluso en productos para bebés. Lamentablemente nuestros hábitos de compra provocan que terminemos llenando la despensa con muchos de estos productos.

¿Cómo limitar el consumo del aceite de Palma?

  • Cocina en casa usando aceite de oliva o girasol
  • Limita el consumo de alimentos y productos pre-cocinados
  • Aumenta el consumo de productos frescos
  • Sustituye la bollería industrial por postres caseros
  • Lee las etiquetas y elige productos libres de aceite de palma

En conclusión, debemos limitar el consumo del aceite de palma. Recuerda, somos lo que comemos y una buena nutrición es la base de nuestra vida, acompáñalo con ejercicio físico y como resultado vivirás más y mejor.

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